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sábado, 24 de mayo de 2014

BUDOKAS SIGLO XXI

JAVIER MORALES ROVIRA
1º Dan Aikido  --  1º Dan Bu-Jutsu
Director Imprenta CGL

¿Porqué practicas Aikido?
Por la Hakama. Siempre me gustaron las artes marciales, la cultura oriental. En los años 80-90 no había tanta información como ahora, vi una clase de Aikido, todos con su hakama, kimono, puestos en seiza y luego haciendo esas técnicas y me dije eso quiero hacerlo yo. Me apasionó desde el primer día. Conforme pasó el tiempo mi percepción fue cambiando. Ahora lo practico como formación humana y personal. Es un tiempo que me regalo a mi mismo.

¿Qué le sobra o le falta al Aikido que tu practicas?
No creo que tenga suficiente nivel o experiencia para opinar sobre esto. Puedo decir lo que más me gusta o disgusta. El Aikido está creado en su totalidad sólo hace falta saber que quieres obtener y desarrollar de él. Nos podemos quedar en la parte física o técnica como instrumento de combate, creo que eso es historia. La persona y la sociedad tienen que evolucionar. A mí me gusta más la parte de desarrollo personal y mental que contiene el Aikido.

¿Cúantos años de entrenamiento acumulas en tu carnet Aiki?
Empecé a finales de los años ochenta. Luego con los hijos lo deje aparcado. Un día mi vida cambió drásticamente. Mi hermano me llevo al dojo del maestro Santos y volví a engancharme.
Al principio los grados te estimulan para practicar. Conforme aprendes llega un momento en que no te importan tanto. En la actualidad practico un Aikido totalmente diferente gracias al maestro Santos Nalda, con él además de aprender técnicas empecé a aprender los valores que te puede aportar el Aikido.

¿Cómo ves el Aikido desde el punto de vista de un aikidoka del siglo XXI?
No lo veo. Esto parece una caja de grillos. Por un lado los de la Aikikai, por otro la Federación, otras asociaciones, luego maestros haciendo lo que pueden. Esto tiene que cambiar. Tiene que tenerse humildad, unión y valor.
Humildad para, respetar las diferentes formas de practicar aikido, bajarse de los altares y no creerse el ombligo de mundo.
Unión, ya que es la única forma de progresar y crecer, de hacer cosas grandes. Valor para ver que de todo se aprende, valor para dejar los seguidismos ciegos. Empezar a valorar el aikido que se hace en Zaragoza. Tenemos grandes maestros aquí y en España como para que vengan de fuera unos maestros que sólo se dedican a vivir de esto y van diciendo lo mismo una y otra vez, y no te digo nada si miras en Internet.
Si no se avanza en todo esto al final se convertirán los dojos en “peñas de amigos” donde los grados y danes se consiguen por compañerismo y las virtudes del aikido desaparezcan. Esto no deja de ser una opinión muy particular pero eso es lo que el aikido actual que he visto me ha trasmitido.


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