JUEVES 27 OCTUBRE
21:00-22:00
ALMOZARA SPORT CLUB
por GUILLERMO REMIRO MORENO
“Un verdadero samurái dedica todo su tiempo al
perfeccionamiento de sí mismo, y este entrenamiento es un proceso sin fin” Hagakure.
Es un hecho conocido y
demostrado que el budoka, al igual que cualquier otro deportista, para alcanzar
el máximo rendimiento en sus acciones ha de ser dueño de su emotividad, y de sus reacciones frente a una situación
dada, porque las emociones desencadenan cambios fisiológicos que pueden mermar sus competencias en el transcurso de
un examen, un campeonato, una exhibición, etc.
y sobre todo en la vida cotidiana.
Las
ocasiones en las que el control emocional se revela particularmente eficaz para
el budoka, son aquellas en las que necesita ser dueño de todos los recursos
aprendidos como por ejemplo:
El combate de competición.
El examen de grado Dan
La exhibición en público
Un posible agresión física
Las relaciones interpersonales
El
propósito de controlar las emociones, descarta totalmente la intención de
negarlas, ignorarlas o reprimirlas, porque resulta inútil y perjudicial para la
salud, dado que seguirán ocultas, pero presentes en estado de “rebeldía”, y dispuestas a estallar en cualquier momento
de manera incontrolada.
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