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martes, 23 de abril de 2019

LA ADAPTABILIDAD



En general en Aikido se enseña y se práctica aplicando una técnica sobre un único ataque de acuerdo a esta secuencia convencional:
Uke toma la iniciativa y ataca a Tori que aplica una defensa sobre su ataque, mientras Uke permanece pasivo ... dejándose hacer en el 90% de las ocasiones.

Tal forma de entrenar está tan generalizada que puede verse en cualquier stage, en cualquier vídeo y en cualquier entrenamiento...pero ¿responde a lo que se espera de un arte marcial?

El método es válido en los dos o tres primeros años de práctica del aikidoka, pero después es preciso ir más allá y si no véase lo que dice al respecto el maestro Saotome, 8º dan:

"Cuando el practicante se inicia en Aikido, se le enseña a distinguir claramente el ataque de la defensa mediante la aplicación de una respuesta simple (una técnica) ante un ataque  único, pero quedarse en esta forma de aprender es como obligar a un pianista a realizar unicamente escalas del tipo Do, Re, Mi, Fa, Sol...toda una vida, sin enseñarle jamás una sonata o concierto".

"...Cuando se produce una pequeña modificación en la conducta del adversario, la mayoría de aikidokas se encuentran perdidos, no saben qué hacer".

La repetición sistemática de un ataque, una defensa, tiende a fijar las situaciones y las
aparta de la realidad que en esas circunstancias es siempre cambiante.

Un auténtico atacante no lo hará con una sola acción, sino que encadenará sucesivos agarres, golpes, empujones, etc. Y, sobre todo, no se dejará contraatacar pasivamente...

Bien es verdad que en el tatami, si el ataque es sincero y la técnica de Tori ha sido bien aplicada, el encuentro termina ahí, pero no siempre es el caso.

La capacidad de adaptación es lo que nos permitirá salir airosos ante un adversario que lanza ataques seguidos os se resiste a ser reducido. En este tipo de entrenamiento es más útil "percibir" los mensajes captados por los receptores sensoriales (hemisferio derecho) que "discurrir" con la mente razonadora (hemisferio izquierdo) buscando una respuesta.

jueves, 18 de abril de 2019

Actitudes Zen

Las actitudes Zen presiden todos los instantes de la vida ordinaria, de modo que tu tu vida se convierta en la Vía, y la Vía no es otra cosa que la vida normal, tal como llega día a día, e instante a instante, y ello significa: reír, llorar, comer, dormir, trabajar, fatigarse, descansar, amar, alegrarse, enfermar, etc.

lunes, 15 de abril de 2019

SANRAN


Evitar la practica desde la actitud que los japoneses llaman  SANRAN.

San significa: Dispersión, distracción, inatención.
Ran significa: caos, confusión.

domingo, 7 de abril de 2019

viernes, 29 de marzo de 2019

Benevolencia contra violencia



Benevolencia contra violencia  que no quiere decir ser ingenuo o hacer el tonto frente al que nos quiere hacer daño.

Se trata de saber que vencer sin convencer no es nada, como dijo J. Kano:Tras vencer a tu enemigo, este sigue siendo tu enemigo.

Toda victoria que no lleva aparejada la convicción y la transformación del oponente no es más que una ilusión. J. Kano.

La postura y la mirada son los primeros mensajes que enviamos y que percibe el oponente.

Si son provocativos el otro lo interpreta como: Tu actitud me ofende y me agrede  y le va a predisponer al enfrentamiento físico o verbal.

La benevolencia del Aikido es saber transmitir al otro este mensaje: Yo no te quiero agredir, pero no me voy a dejar agredir.

El valor de un aikidoka no se mide por el número de técnicas que conoce, sino por el modo de aplicarlas.   M. Ueshiba.

sábado, 23 de marzo de 2019

Eficacia y Elegancia


Cuando buscamos la eficacia en nuestras técnicas caemos en el error de realizarlas con excesiva fuerza y brutalidad sin estar a la escucha de cuerpo de Uke.

Causamos más dolor del necesario y despertamos resistencias instintivas.

En vez de focalizarnos en la eficacia nos centramos en la elegancia, es decir en el movimiento bien hecho, y sin buscarlo directamente la técnica será eficaz.

La técnica bien hecha es la que se hace en el tiempo oportuno con la energía necesaria, no excesiva, y con un movimiento fluido y continuo.