SERGIO MEDINA
6º Dan Nanbudo
3º Dan Karate
1º Dan Aikido |
El maestro Ikkyu era famoso y un monje que quería
aprender de él, se encaminó hacia su ermita.
En el camino se puso a llover, abrió su
paraguas y continuó el viaje.
Cuando llegó, el monje cerró su paraguas, se
quitó las sandalias y los colocó al lado de la puerta, hizo las
correspondientes reverencias y se presentó a Ikkyu.
Le saludó respetuosamente y le dijo: Hace
varios años que practico Zen y me gustaría ser su discípulo, recibir su
enseñanza.
El monje esperaba por parte
del maestro preguntas sobre la profundidad de su conocimiento, pero Ikkyu le
dijo: ¿De qué lado de la puerta has dejado tu paraguas?
El monje reflexionó y
confundido reconoció: No lo sé.
Ikkyu le dijo: Vuelve más
adelante, no has practicado suficiente zen.
¡Cómo puede ser que me eche
por un pequeño error!¡Decididamente no has
comprendido nada!
En el zen no hay pequeños errores.
En el zen no hay pequeños errores.
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