Cinturón
Negro 3ºDan de Karate Shito–Ryu
Entrenador
Regional NII
Director
técnico en las Escuelas Municipales de Quinto, Gelsa y Fuentes de Ebro.
Profesor de
KOBUDO, Director del departamento SANKUKAI BUDO y miembro del Equipo Docente Sankukai
en la Escuela
de karate SANKUKAI
Presidente Asociación KAISHI ,
ESTUDIOS ORIENTALES.
Miembro Comité Disciplina Deportiva FAK (2009-2012)
Coordinador Centro Tecnificación Deportiva FAK (2008-2012)
Especializado
en terapias energéticas (Auriculoterapia, Reflexologia y Reiki)
Analista de
Calidad en BPB (Bristish Plasterboard)
¿Cuándo empezó tu
interés por el Aikido?
Aunque llevo 30 años en la práctica
del karate, este llego a mí de forma circunstancial, ya que en un pueblo
pequeño como Quinto de Ebro no había elección. De niños empezamos practicando
Judo, cuando se fue el profesor, la única preocupación de nuestros padres era
que sirviese el traje para la nueva actividad, pero a mi particularmente lo que
me gustaban eran las artes marciales en general, daba igual cual practicar, de
esta manera durante años empecé a acumular una ingente cantidad de libros y
documentación en la cual el Aikido estaba muy presente, me gustaba su estética,
su dinámica y sobre todo su práctica como sentido filosófico de crecimiento
personal.
¿Cuándo te iniciaste en
la práctica del Aikido?
Invitado
a un curso en 2008 de Aikido y Kuatsu por mi maestro Santiago Velilla, conocí
al maestro Santos Nalda del cual ya tenia varios libros y para mi sorpresa era
un docente de Zaragoza, mi compañero Jesús Fraile y yo tomamos contacto con el
maestro Nalda, y durante los años posteriores fuimos asistiendo a sus cursos
anuales de Kuatsu y Aikido con el único propósito de complementar y justificar
nuestra forma de entender el karate.
Mas tarde tuve la oportunidad de
formar parte del elenco de docentes que el maestro selecciona para el Kangeiko del
gimnasio Almozara y tras una profunda reflexión vi que necesitaba introducir
algunos cambios en mi vida de forma paulatina y de este modo en septiembre de
2013 comencé a practicar Aikido con una actitud más seria y comprometida,
aunque mis compromisos con el karate solo me permiten asistir los sábados, es
una clase que me relaja, me llena y me obliga a generar nuevos patrones de
movimiento, me propone retos y dificultades muy motivantes que sin duda me
están haciendo crecer no solo en el camino de las artes marciales si no en mi
vida personal.
Llegue al Aikido como se suele decir
“a vueltas de todo” desencantado con lo que los gestores que regulan el deporte
aragonés en general (federaciones, DGA, etc), hacen trizas lo que más te gusta
y desde la madurez y el socarramiento entiendo que las federaciones al arte marcial son lo que la religión a la fé, o sea,
nada que ver.
De esta manera encarrilo mi práctica
y mi aprendizaje en Aikido con la asepsia total de la influencia institucional,
ya no me importa el grado, ni me importa el reconocimiento de nadie que no sea
mi maestro, solo le doy importancia a lo que para mi la tiene, que son:
1.
Mis
compañeros ( que se esfuerzan cada día por enseñarme, perdiendo su propio
tiempo de practica)
2.
Mi
maestro. (que se mantiene en una línea en la que cree y que me hace pensar y
reflexionar cada día sobre mi propia vida)
3.
El
propio Aikido como tal, con su mensaje original, con su propuesta noble y
sincera.
4.
A
mis sensaciones después de cada clase de Iai-Do, Bu-Justu y Aikido, fuentes y
motor de motivación.
Veo, desde mi reflexión, un arte
marcial con un mensaje claro, noble y digno, un arte marcial con un futuro
prometedor al que en los tiempos venideros se va a acercar mucha gente
necesitada de valores, de encontrarse a si mismos, personas que buscan
introducir cambios en su vida y personas que necesitan frenar su ritmo diario
de trabajo o actividades generadoras de estrés, veo un Aikido terapéutico y
marcial que dé a cada cual lo que busque.
Pero al igual que otras artes
marciales, la responsabilidad del éxito recaerá en gran parte sobre el docente,
no sobre las técnicas, con los años te das cuenta de que la técnica es el medio
para perfeccionar tu carácter de forma individual pero nada más, es el mensaje
del maestro lo que te hace perseverar en la practica, lo que te llega y lo que
te cambia, La importancia de que los docentes y gestores del Aikido sean
personas que representen en ellos mismos lo que enseñan será determinante para
garantizar un futuro próspero. Espero ese futuro con impaciencia, con la
seguridad de que el que llegue al Aikido sabrá valorar la herramienta por encima
del herrero si este no fuese de su total agrado, profesores hay y habrá muchos,
buenos, malos y regulares, pero Aikido solo hay uno, noble y sincero con su
propuesta.
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