El
pasado 10 de mayo de 2015 los practicantes de Bu-Jutsu del Gimnasio Almozara
Open Sport de Zaragoza organizaron un entrenamiento de Batto-do o técnica de
corte con la espada japonesa de acero, que estuvo abierto a cuantos budokas de
esta y de otras Artes Marciales quisieron asistir, y que, por ello, pese a su
carácter informal, tuvo una amplia respuesta.
Esta actividad ya había sido realizada de manera esporádica en ocasiones
anteriores, y ahora se quiere retomar de manera periódica y estable.
El entrenamiento tuvo lugar en la casa y
local de D. Miguel HERRERO, 1º Dan de Aikido, que nos cedió muy amablemente su
uso para este fin, y tuvo a bien mostrarnos al final su taller de escultura y
sus más recientes obras, que ya han sido objeto de concurridas exposiciones en
nuestra ciudad. La enseñanza estuvo
impartida por el D. Manuel SEGURA, a cargo también de las clases de
Iai-do de la escuela Sete Iai, 1º Dan de Aiki-do, de Batto Do y de Kyu-do, y cuya destreza
bien conocida de todos exime de entrar en mayores detalles.
La
sesión se desarrolló a lo largo de la mañana con dos facetas bien
diferenciadas, aunque no por ello desligadas entre sí, sino más bien muy
ligadas la una con la otra: La primera
se mostró eminentemente técnica, y en ella D. Manuel SEGURA, tras
hacer una sucinta sinopsis del nacimiento y evolución del Batto-do, transmitió
las bases fundamentales para el corte con el shinken o sable de acero afilado mediante la práctica individual de
tales cortes con el bokken o sable de
madera, que fue seguida después de un trabajo en pareja en la que estos mismos
cortes se llevaban a cabo en el marco de diversos kata. Fue un trabajo muy
ritual, armónico y coordinado, en el que se hizó hincapié en la corrección de
las trayectorias de la hoja del sable durante el corte.
En la segunda faceta, la enseñanza fue más
allá y trascendió de lo meramente técnico para abordar un plano más práctico,
directo y dinámico, en el que se puso de manifiesto la necesidad de poner a
prueba la calidad de los cortes aprendidos mediante su aplicación sobre
esterillas de paja, con serenidad y a la vez con resolución, y extremando las
medidas y protocolos de seguridad para prevenir accidentes.
Divididos en varios grupos, todos los asistentes
cortaron numerosas de estas esterillas y de diverso grosor en diferentes
posiciones y con distintos golpes. El
nivel de uniformidad y precisión no siempre fue el deseable, pero lo cierto es
que se consiguieron tajos muy logrados, como acreditan la limpieza y
transversalidad de las secciones de muchas de las esterillas utilizadas, y que
fueron conservadas por quiénes habían descargado estos cortes. Pese a la concentración que demanda esta
actividad, el ambiente se mantuvo distendido y agradable, y permitió grabar
numerosas imágenes para observar y repasar lo que cada uno hizo con miras a
mejorar. De este modo, la mañana
transcurrió mucho más rápido de lo esperado.
Tras
la felicitación y el agradecimiento del Sr. SEGURA a Miguel HERRERO y al resto
de los presentes, se dio por concluido este entrenamiento, con el firme
propósito de que tan grata ocasión se pudiese reiterar en un futuro no lejano
con el mismo o incluso con mayor grado de aprovechamiento y, sobre todo, en el
mismo ambiente de cordialidad y buena disposición por parte de todos, del que
dio buena muestra la posterior comida de hermandad que tuvo lugar a renglón
seguido.
Por Luis Aberto Marco
Por Luis Aberto Marco
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