En los primeros años de la llegada de las Artes Marciales a
Europa, los maestros japoneses celebraban cada fin de año una ceremonia
tradicional conocida como la ceremonia de votos.
En cada ciudad se reunían todos los maestros y alumnos de una
misma disciplina, en un dojo grande o en un polideportivo, para manifestar su
agradecimiento mutuo, hacer votos para seguir en el año nuevo el espíritu del
judo, karate o aikido, entrenar durante una hora todos juntos y celebrar el
encuentro con un aperitivo o un almuerzo.
Nosotros, alumnos del GIMNASIO ALMOZARA, estamos en esa línea
y debemos considerarnos afortunados porque:
La vida nos ha permitido practicar semana tras semana, el
arte que nos agrada.
Se nos ha brindado la ayuda y la cordialidad de los otros
aikidokas con los que compartimos el entrenamiento.
Disfrutamos de un gimnasio amplio, cómodo, en el que existe
todo cuanto necesitamos, en un ambiente cordial.
Estamos progresando en el arte que nos apasiona y que nos
ayuda cada ve a ser mejores.
Nos enriquecemos con el intercambio de opiniones, novedades,
libros, videos, ilusiones, viajes, cursillos, etc...
Practicamos un arte marcial que se adapta a la edad de cada
uno y nos ayuda a retrasar la decadencia física.
¿No creéis que cada uno de nosotros en un acto intimista,
debemos de manifestar nuestro profundo agradecimiento por haber tenido tanta
fortuna durante el año 2018?
Desde estas líneas os deseamos todo lo mejor para el próximo
año 2019.
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