Sólo es posible adquirir este conocimiento de manera directa, es decir, practicando ejercicios, actividades, deportes, etc. que generen percepciones sensoriales, de modo que el cuerpo aprende de sí mismo y por si mismo.
La formación somática se basa en la toma de consciencia de las percepciones que capta el cuerpo en cada momento, ya sean exteroceptivas o propioceptivas.
La consciencia sensorial activa ayuda a realizar los movimientos con armonía, eficacia y lógica, de acuerdo a las leyes anatómicas y biomecánicas.
En la práctica de las artes marciales, la repetición de un mismo movimiento afina la percepción de las sensaciones interoceptivas y exteroceptivas, y por tanto nos informa acerca del ritmo que es preciso imponer entre una secuencia y otra, según la alternancia de los sucesivos llenos y vacíos de energía manifestados por el otro.
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