En el ámbito del Aikido existe, un poco en nebulosa, la idea de que el alumno
debe pedir autorización a su profesor para asistir a clases o entrenamientos
celebrados en otros dojos o gimnasios, o bien participar en cursillos impartidos por otros
maestros.
Respecto a este hecho bastante
extendido, debe quedar claro que una cosa es comunicar libremente al profesor
por cortesía, la asistencia a eventos celebrados en otros lugares, y otra
diferente pedir su aprobación o visto bueno.
Es
de todos conocido el proceder de algunos
profesores de Aikido que
recomienden a sus alumnos asistir a los cursillos de maestros amigos, o afines, y desaconsejar
la asistencia a los de aquellos que no les “caen bien”.
El alumno que cae en la sumisión a
su “maestro” por miedo a represalias ocultas o manifiestas, o para no
desagradarle, se hace un flaco favor a sí mismo, a su profesor y al Aikido, porque tal actitud es contraria al espíritu
del Budo y a la formación de la personalidad.
El
profesor responsable tiene muy presente que sus alumnos, no son en
absoluto de su propiedad, y así se lo hace saber cuando alguno le pide opinión
sobre si debe o no asistir a entrenamientos ajenos a su club, recordándoles que
están en su pleno derecho de ir donde quieran, sin tener que darle cuenta a
él, ni a nadie de sus actos.
El profesor bajo ningún concepto
debe coaccionar, condicionar,
encadenar, obligar, a sus alumnos ni de
manera explícita ni subliminal, para que se sometan a sus intereses o a su
voluntad, porque su cometido no es aprisionar, sino liberar haciéndoles comprender que son libres y autónomos para ir
a beber a las fuentes que prefieran, sin aceptar dependencias de nadie, ni a
medio ni a largo plazo.
La sumisión que humilla al alumno y al profesor, no debe confundirse
con la lealtad, que no coarta la libertad ni del uno ni del otro.
El alumno no es propiedad de su
profesor, y la única razón por la que decide permanecer con él es porque su
enseñanza le ayuda a ser más libre, mejor persona, y mejor aikidoka, y no
porque sometiéndose y no contrariándolo en nada, alcanzará más pronto algún grado Dan.
“Es un gran error creer que el único camino
válido, verdadero y posible es el propio.”
Frances Vaughan.
Totalmente de acuerdo. En cierta ocasión oí decir a un verdadero maestro de aikido: "el que se encierra se empobrece". Trasladado a un profesor podría decirse: "el que te encierra te empobrece".
ResponderEliminarY yo escuche que "el maestro forma a personas autónomas y no a niños a los que llevar de la mano".
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Para conseguir formarse de la forma más completa posible creo que es necesario poder practicar de la mano de distintos maestros, y poder conocer distintos puntos de vista, formas de enseñanza, etc.
ResponderEliminarLa lealtad es algo que se consigue, al igual que el respeto.
Mis maestros tienen toda mi lealtad y respeto, pero no significa que no pueda asistir a otros cursos que impartan otros maestros para poder ampliar conocimientos.