Hace
unos días hablábamos de las actitudes zen en la vida cotidiana, pues bien,
estos días que se acercan en el calendario son un buen escenario para ponerlos
en práctica, la NAVIDAD; tanto si somos creyentes como si no lo somos, son días
de reunión, de cenas de empresa, de cenas de amigos, y sobre todo de familia.
Ese
será nuestro dojo, el lugar donde intentaremos que reine el equilibrio, la paz,
donde pondremos en práctica nuestra capacidad de adaptabilidad, de ser flexible,
estos días de convivencia nos exigen un poquito más si cabe un ejercicio de
tolerancia y quizás en algún momento brillará nuestra serenidad.
Haciendo
una “similitud” nuestro “uke” será como dicen los cristianos nuestro “prójimo”
y nosotros trabajaremos nuestras actitudes siendo conductores invisibles de un
encuentro, donde con nuestros gestos, palabras y comportamiento seamos capaces
allí donde estemos de hacer que reine la “PAZ”.
Desde aquí os invitamos
a ser protagonistas de esta Navidad y que practiquéis todos estos principios que
tanto nos cuestan a veces y que tanta satisfacción nos proporcionan otras.
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