La sonrisa
de bienvenida de los niños y el agradecimiento de los profesores por
compartir todos juntos un día de AIKIDO en el colegio fue el
regalo que nos llevamos de unas personitas que estaban ávidas de “llaves”,
sólo querían aprender “llaves”.
Los juegos
hicieron brotar sus sonrisas y desatar unas ganas inmensas de darlo todo, de la
misma manera el relato de un cuento de samuráis les dejo pensativos y con ganas
de más.
La “no
resistencia”, la alerta permanente, el respeto a todos y entre todos, un ejercicio
de meditación en la naturaleza, la búsqueda del equilibrio, la armonía en todo
lo que hacemos y la comprensión de que una buena actitud está en nuestras
manos, fueron algunos de los principios que pusimos en práctica todos juntos.
Fue un
día alegre, un regalo para nosotros.
GRACIAS
A TODOS LOS PROFESORES DEL COLEGIO LA ALMOZARA QUE HAN CONFIADO EN NOSOTROS Y
HAN HECHO POSIBLE QUE ALGO TAN DESCONOCIDO COMO EL AIKIDO PARA ELLOS, SEA UNA
INVITACIÓN DE VIDA PARA NUESTROS NIÑOS DE HOY.
Buenos Días,Pablo,
ResponderEliminarExcelente iniciativa, mis felicitaciones.
Abrazo.